Claves para la Oración

Por Fray Ricardo Villarreal Acosta O.P.

La oración es el diálogo confiado con Dios, nuestro Padre amoroso, o con Jesús nuestro hermano y Señor. La oración siempre se realiza en la gracia, es decir, con la fuerza del Espíritu Santo. Recuerda que para hacer este diálogo puedes relajarte, respirar profundo, ponerte en la presencia del Señor, invocar a Jesús y confiar. Nuestra religión es de amor divino y de confianza humana. Pon en las manos de Dios tu vida.Hoy vamos a dar un paso más en nuestro aprendizaje oracional, ya hemos practicado la relajación antes de orar, también hemos aprendido a respirar profundo (llenar con aire primero el vientre, luego los pulmones, retener un momento la inhalación y después exhalar lenta y suavemente. De la misma manera hemos comprendido que una buena postura (columna recta) nos ayuda mucho a no dormirnos durante la oración.

  1. Cuando ya estemos preparados para hacer oración vamos a recordar que lo más le importa a Dios es que seamos felices, nos creó El con mucho cariño, nos hizo para compartir su vida con cada uno de nosotros, con cada una de nosotras, y nos ama a cada uno personalmente. Cuando hacemos oración el fija su mirada en cada una, en cada uno y nos llama por nuestro nombre, es como si cuando ya estamos preparados para orar Él nos dijera “Si Francisco, ¿qué quieres decirme?”.
  2. Y’ ahora … solamente fluye en tu diálogo con el Señor, dile cosas que te pasan todos-los días, lo más te preocupe, habla con El de la persona que amas, o que quisieras que te amara. También al Señor le interesa escuchar cuanto le quieres, todos necesitamos que nos digan que nos quieren, aunque ya lo sepamos. El es tu amigo, tu mayor y más seguro confidente. Él puede escucharte sin ningún prejuicio. Estás en completa libertad con El, recuérdalo y llévalo siempre en el corazón, “estás en completa libertad con El”.

Entre más platiques con El más sabrás que decir, la oración es como un entrenamiento, es práctica.