Parroquia Nuestra Señora de Dolores

En la hacienda Viña del Mar, perteneciente a Juan Antonio Carrera se realizaron las primeras misas de lo que sería la Ciudad Jardín en 1808, sin embargo, la actividad religiosa estuvo reducida, sobre todo a la preparación de los fieles para el tiempo Pascual, durante la Cuaresma.

Parroquia Nuestra Señora de Dolores
Posteriormente, en los terrenos del fundo las Siete Hermanas, donados y según la voluntad de Dolores Pérez de Álvarez, propietaria de las tierras, es construida en 1882 la parroquia original por Eusebio Celli, la que resultó asolada en el terremoto de 1906. Su primer párroco, Eliseo Lisboa Huerta, asumió entonces en una comunidad con cada vez mayores necesidades espirituales y que, hasta 1887, contaba con la “Parroquia de Viña”, como único lugar de culto para toda la ciudad.
Durante su administración, Lisboa creó el cementerio parroquial de Caleta Abarca y administró el Bautismo a Alberto Hurtado Cruchaga, quien el 23 de octubre de 2005 fue canonizado Santo de la Iglesia Católica.

En 1906, la zona central fue azotada por un terremoto que daña severamente las dependencias parroquiales. Situación que motivó la realización de una gran campaña solidaria para la reconstrucción que permitió en 1912 inaugurar el actual templo en calle Álvarez con Plaza Parroquia, obra del arquitecto de ascendencia francesa Emilio Jecquier, uno de los más importantes de su época, y que también erigió la Estación Mapocho, el Museo de Bellas Artes, el Palacio de los Tribunales y la Bolsa de Comercio en Santiago.

Este edificio sacro de estilo neorrománico, con elementos neogóticos posee una serie de vitrales con temáticas de santos concernientes a personajes de la época o de la historia de la ciudad. Por ejemplo, el dedicado a San Francisco alude al antiguo propietario de las haciendas, Francisco Álvarez; en tanto, el de San Pedro, al Presidente Pedro Montt.

 

Dirección: Plaza Parroquia s/n.